León Benhur Zuleta Ruiz nació en Itagüí, Antioquia, en 1952. De él se sabe que hizo parte de la Juventud Comunista Colombiana hasta los 19 años, cuando fue expulsado por declararse gay públicamente. Que estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Antioquia, donde también fue profesor hasta ser expulsado, tal vez por gay, tal vez por comunista, tal vez por sindicalista, seguramente por ser las tres al mismo tiempo. Que se fue a enseñar a la Universidad de Nariño de donde también lo expulsaron. 

 

“Hubiera deseado ser más lúdico y menos intelectual porque eso me marcó definitivamente (…) estoy metido en el lenguaje, en el orden simbólico y no vivo el orden real. Soy como una especie de loco inteligente que no entiende lo que pasa en la realidad”.

 

Esto lo llevó a escribir ensayos, poemas, cuentos, a devorar libros, revistas y todo tipo de teorías sociales que le llegaban desde Europa. Tradujo a Foucault. Escribió en todas las revistas y publicaciones que pudo. Creó su propia revista, El Otro, la primera publicación gay en el país, en la que, con seudónimos, escondía ser el autor de todos los textos, incluso de las cartas de los lectores, que también respondía. Compartió textos, teorías y autores con todo el que podía.

 

“Siempre tuve un ideal narcisista muy alto (...) Tenía un ideal de ‘yo’ completamente intelectualizado [que] de alguna manera era un cierto desprecio a la brutalidad o a la ignorancia de mis compañeros. Eso me aisló demasiado” afirmó para una entrevista que deja como un resultado final un pequeño documental llamado ‘El ciudadano León Zuleta’.

 

En 1970 Zuleta fundó un grupo llamado Movimiento por la Liberación Homosexual, este organizó varias actividades, como la primera marcha gay y la primera publicación gay en el país, Ventana Gay. Después de varios años y por diferentes razones, el movimiento se acabó a mediados de los años 80.

 

“Él consideró el movimiento gay como un movimiento político (...) con la lucha de los derechos civiles homosexuales. Él aquí lo hizo apoyando la creación de organizaciones como ‘Vamos mujeres’ y siendo partícipe de organizaciones como la escuela nacional sindical” Son las palabras de su hermana, la historiadora Claudia Zuleta, en una entrevista hecha por estudiantes de la universidad EAFIT. “Todo esto hace que él, junto a las personas que lo rodeamos concebir la vida de una manera diferente” agregó.   

 

Considerado padre del movimiento LGBTIQ por buscar igualdad social atribuida legalmente. Entre sus legados, un premio y una organización que llevan su nombre. Dos, tal vez tres, textos académicos sobre él. El libro que escribió. Artículos suyos enterrados en revistas perdidas o archivadas. Una nota de dos párrafos en el periódico El Tiempo sobre su asesinato en 1993, el 23 de agosto, luego de ser apuñalado en su apartamento en Medellín a los 41 años.